Solemos relacionar el concepto de plaga de roedores a una gran acumulación de ratas y ratones en un espacio determinado, cuando en verdad, con que sean unos pocos, ya resulta indispensable una desratización urgente.

La colonización de roedores como ratas y ratones en un determinado lugar físico como, por ejemplo, una instalación ganadera, conlleva diferentes inconvenientes sanitarios y económicos. Los roedores transmiten enfermedades y provocan inquietud entre los animales que allí se están criando, provocando descensos de la producción.

Por otro lado, las ratas y ratones tienen que mantener a una longitud adecuada sus dos pares de dientes más grandes que no paran de crecer con la finalidad de seguir alimentándose de forma normal. Para poder lograrlo, deben roer, masticar, desgastar y cortar cualquier material, convirtiéndose los conductos y los cables eléctricos de las construcciones pecuarias en los objetos perfectos para su objetivo. Esta práctica también genera grandes pérdidas económicas para los ganaderos e, incluso, pone en riesgo la seguridad de este tipo de instalaciones.

¿Cómo podemos mantener alejados los roedores de las explotaciones ganaderas?

Sin duda, todos estos problemas deben solucionarse de raíz. Para poder conseguirlo, lo ideal es acudir a profesionales especialistas en servicios de desratización como nosotros, expertos en control de roedores en explotaciones ganaderas, con 25 años de experiencia en el sector de la salud animal. Desde nuestra sede en Fraga (Huesca), nuestra compañía realiza aplicaciones de choque, programas de mantenimiento y de desratización ISO con el objetivo de crear ambientes hostiles y controlar de forma eficaz la presencia de roedores. Todo ello sin perjudicar el ganado o los usuarios, priorizando además la sostenibilidad medioambiental.

Las instalaciones con animales favorecen la colonización de ratas y ratones

Gracias a nuestra dilatada experiencia en procesos de desratización, reconocemos que las explotaciones ganaderas se convierten en lugares idóneos para la presencia de plagas por dos motivos fundamentales:

– Son lugares en los que, por la propia presencia de animales, existe una gran cantidad de agua y alimento. También sabemos que se acumulan numerosos residuos derivados del ganado.

– Se crean condiciones casi continuas de humedad y temperatura, rompiéndose así el ciclo de estacionalidad. A raíz de este hecho, la colonización de roedores no se ve afectada por condiciones exteriores, lo que favorece su desarrollo de una forma prolongada y abundante.

Por ambas situaciones somos testigos de forma continuada de cómo ratas y ratones encuentran en las instalaciones pecuarias el sitio ideal para lograr colonizar. Un problema al que nuestro equipo de trabajo sabe dar una óptima solución de forma rápida y definitiva.